Dietoterapia y Salud Psicológica
Dra. Valeria Golarte
Junio, 2023
Los alimentos constituyen el combustible que le permiten a nuestro cuerpo obtener energía para realizar sus funciones y poder sobrevivir. El propósito de comer es nutrirnos, obtener energía y los recursos que el organismo requiere para llevar a cabo todas sus funciones fisiológicas óptimamente. Por lo anterior es que nos conviene escoger una dieta que incluya aquellos alimentos que contribuyan a dichos propósitos.
Una adecuada alimentación no solo es importante para la salud física, también repercute en la salud mental y emocional. Los alimentos tienen el poder de influir en nuestro estado anímico, algunos pueden entorpecer o embotar nuestra mente, otros son estimulantes, también los hay aquellos que nos hacen sentir contentos y relajados, así como aportar o mermar nuestra energía.
Todo nuestro organismo está interconectado, y entre sus conexiones existe una muy especial entre el cerebro y el aparto gastrointestinal, de hecho se le llama el segundo cerebro y ahí también se producen neurotransmisores, como el 90% de la serotonina.
Consumir alimentos saludables, integrales, frescos y biocompatibles, promueve el crecimiento de la flora intestinal buena, y ésta a su vez estimula la producción de neurotransmisores como la serotonina, que nos hace experimentar bienestar.
En cambio consumir comida chatarra, procesada y tóxica daña la flora intestinal y facilita el crecimiento de bacterias nocivas que causan daños a la salud e interfieren en la adecuada liberación de neurotransmisores, se produce más cortisol, se debilita el sistema inmune, la persona se vuelve más sensible al estrés, más propensa al deterioro cognitivo, a la depresión, inflamación y otros trastornos.
La dietoterapia consiste en elegir alimentos adecuados que ayuden a prevenir o tratar alguna enfermedad o padecimiento. Para proteger nuestra salud mental y emocional es necesario evitar alimentos que alteren el comportamiento negativamente y produzcan irritabilidad, agresividad, aletargamiento, ansiedad, así como evitar también los depresores de energía como suelen ser los productos de origen animal, estimulantes como el café, drogas, alcohol, bollería, azúcar refinada, chatarra, aditivos químicos y neurotoxinas.
Un cerebro bien oxigenado y con niveles adecuados de glucosa tiene la energía para llevar a cabo las reacciones químicas y neuronales a través de ATP (adenosín trifosfato) que es la principal fuente de energía para los procesos celulares, además de impactar en un mayor rendimiento cognitivo y por ende un mejor manejo de las emociones. Un ejemplo de los alimentos que proporcionan más oxígeno son todos aquellos de hoja verde ricos en clorofila.
La comida refinada, procesada, chatarra, aquella a la que se le ha añadido aditivos químicos suele ser desgastante para el cuerpo, ya que representa un trabajo mayor el poder asimilarlos. El desgaste impide que se aprovechen los pocos nutrientes que puedan tener, aunque algunos ni siquiera aportan beneficio alguno puesto que en el proceso de refinamiento han perdido muchos de sus nutrientes, lo cual lleva al organismo a comer más pero a nutrirse menos. Lo anterior a la larga lleva a desarrollar alteraciones no solo del metabolismo, sino del ánimo.
La dietoterapia no hace todo este trabajo por sí sola, influyen factores sociales, etarios, circunstanciales, psicológicos, etc. No obstante en la medida que le brindemos a nuestro cuerpo alimentos biocompatibles, naturales, integrales, que promuevan el mantenimiento de la salud tanto en lo físico como en lo mental y emocional podrá mantener las condiciones apropiadas que favorezcan el poder pensar más claramente, responder mejor ante el estrés, mantener un buen ánimo y en general responder de manera más óptima a las demandas del mundo exterior.
Cultivando conciencia para que florezca tu versión más sana y libre.
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