La fitoterapia consiste en emplear plantas medicinales para favorecer la salud en el organismo. Existen plantas cuyos principios activos tienen el poder de influir sobre el sistema nervioso, ejercer efectos relajantes, tonificantes, sedantes, activadores, nutritivos, reguladores de su fisiología y equilibradores de la mente.

El Dr. Pamplona en su libro Enciclopedia de plantas medicinales comenta acertadamente: «El uso adecuado de las plantas junto con otros hábitos de vida sana, pueden impedir que las debilidades de nuestro organismo evolucionen hasta convertirse en enfermedades

declaradas».

Por ejemplo la lavanda es una planta muy reconocida por sus efectos relajantes, se puede usar tanto en aromaterapia como en infusión. En casos de depresión puede ser de gran apoyo la melisa y el hipérico, ambos ayudan a equilibrar el sistema nervioso. El ginseng contribuye a mejorar la capacidad de concentración y memoria.

Las anteriores son apenas unos ejemplos y no recomiendo que se utilicen a la ligera, siempre bajo la guía de alguien experto. Muchas veces creemos que las plantas y lo natural es inofensivo, precisamente por ser natural, cuando no siempre es así. Las plantas también pueden tener contraindicaciones y siempre es mejor contar con la orientación de un profesional de la salud natural.

Así como hay plantas cuyos principios activos estimulan al organismo a reestablecer sus desequilibrios físicos, también hay plantas que ayudan a reestablecer los desequilibrios emocionales. Ellas son las llamadas Flores de Bach, en honor a su descubridor el Dr. Edward Bach (1886-1936). Estas flores contienen propiedades que ayudan a estabilizar los procesos mentales, aliviar emociones negativas e incluso reestablecer el equilibrio mente- cuerpo-espíritu que da pie a las enfermedades psicosomáticas.

Edward Bach consideraba que la salud dependía de estar en armonía con nuestra alma. Considero que tuvo razón al decirlo, pues si analizamos como reacciona nuestra fisiología ante el estrés, nos daremos cuenta de que en la medida en que aprendemos a gestionar nuestras emociones podemos mantener con mayor facilidad la homeostasis de nuestro organismo o regresar a ella cuando se haya desequilibrado.

Cuando combinamos hábitos saludables, psicoterapia, dietoterapia con las plantas medicinales correspondientes a nuestras necesidades, es que podemos hacer un excelente equipo que sea nuestro aliado para mantener nuestra salud en cuerpo, mente y alma.